viernes, 17 de diciembre de 2010

Historias Extremas

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martes, 23 de junio de 2009

De boliche en boliche


Hace dos miércoles atrás, hablando con Manuel y con los chicos del curso, se planteo el tema de conseguir pareja en un boliche, y no empezamos a preguntar si realmente podría servir, si se podría encontrar una chica para que te acompañe en la vida en un boliche..


Según Perez y Piñero, actuar competentemente en un boliche es saber a lo que es dable aspirar en la elección de la pareja y no pretender mas de lo que se puede conseguir, evitando así el rechazo y la frusrtación.. Yo creo que esto da porque nadie va a buscar a un boliche al amor de su vida, o no? nadie va a ver si se encuentra con un simpaticon/a, con un romántico/a, con un buen pibe/a; la mayoría van a buscar a alguien que "este bueno", a alguien "para darle".. No quiero decir que esto este mal, la mayoría de las personas lo hemos hecho alguna vez, lo que yo no creo es que en un boliche te puedas encontrar con alguien que realmente te pueda llegar a querer; la mayoría al día siguiente no se acuerdan de tu cara :S

Además en un boliche practicamente no se puede hablar con nadie, es por esto que el que gana en el boliche es el "fachero", el carilindo; "el boliche impone sus pautas, un registro del otro en tanto modalidades de percepción y apreciación a partir de las cuales se los representa y compara con el modelo ideal de cuerpo.
"Para ser mirado hay que seducir continuamente; hay que mostrarse, "venderse" y demostrar con la mayor soltura los atributos que se ofrecen al mercado".
Esto en varias ocasiones no lleva a tener que mostrarnos como personas que realmente no somos, como para no quedar como un " elboludo ". También esto se puede ver reflejado en las chicas que se suben arriba de los parlantes, o de las barras y empiezan a hacer bailes sensuales o a besarse y tocarse entre ellas para calentar y captar la atención de los hombres, que por cierto lo hacen efectivamente.
"Seducir en este abmito es ver para ser visto".
En conclucion, como dirian mis amigos Perez y Piñero, en la sociedad del boliche el exito se puede medir por la capacidad de atraer miradas, lo que todos desean pero a lo que solo algunos podran acceder..
Cual es mi conlcusion, que si te concideras una persona fea no vayas a ningun boliche, porque te la vas a pasar rebotando y vas a volver a tu casa con el autoestima por el suelo. El ambiente del boliche es asi..el cuerpo es el capital estetico, quieras o no, todo entra por los ojos.
Obviamente que no es necesario ir a un boliche a chamuyar o a ganar minitas o comerte a un pibe.. estamos tambien las personas que vamos a bailar y a reirnos un rato de algunas cosas.. pero bueno, nunca viene mal un "huesito" como diria el señor jose arancedo.
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viernes, 12 de junio de 2009

modelo de belleza vigente


Talla 34 (Por: Remedios Falaguera, Colaboradora de Mujer Nueva, 2006-04-11)
Menudo pitote se ha montado este año con las modelos de alta costura en la Pasarela Cibeles. Y, no es para menos. En cuanto vemos a las jovencitas desfilando por las pasarelas con tallas inferiores a la 38 y evidentes signos de trastornos alimenticios y rasgos enfermizos, volvemos a poner sobre la mesa un problema que afecta actualmente a nuestra sociedad de forma alarmante: la anorexia y la bulimia. Todo lo que podemos decir de esta lacra social no es nuevo para nadie. Llevamos muchos años denunciando el poder de las modelos en la difusión de una nueva forma de vida para nuestras jóvenes y adolescentes y aún recuerdo unas declaraciones publicadas en "El País Semanal" de 20.XI.94, en las que el diseñador Calvin Klein, defendiendo a su polémica y recién estrenada imagen, Kate Moss, cuando se le denunciaba por hacer apología de la anorexia, afirmaba: “Al enseñar mi ropa prefiero enseñarla en personas delgadas. La ropa sienta mejor a la gente que cuida de su cuerpo y que esta delgada. La imagen es importantísima.”Desde entonces, no nos extrañamos de ver modelos anoréxicas en sus pasarelas e, incluso, que hace unos años el propio CK se atreviera a promocionar un perfume llamado: Anorexia.Es una realidad evidente que los diseñadores, publicistas y medios de comunicación son los encargados de crear y difundir el modelo de belleza vigente en la sociedad actual: hombres y mujeres guapos, jóvenes y, con un cuerpo escultural, que aparece continuamente en vallas, pasarelas, spots televisivos y revistas. Los vemos en las pasarelas y nos creemos - porque nos lo venden así- que estar delgado, ser joven y guapa suele ir generalmente asociado a la felicidad personal, al éxito laboral, y a la fama en las relaciones sociales. Por eso ¿cómo nos vamos a llevar las manos a la cabeza al conocer los resultados de una encuesta publicada por la firma de cosmética DOVE, donde sólo un 6% de las mujeres españolas se considera atractiva y no llega al 1% las que se declaran guapas? Como refleja la encuesta, el problema más grave con el que se encuentra la sociedad, es que el 78% de las mujeres se considera mucho menos atractiva físicamente de lo normal, de acuerdo con la actual definición de belleza. Si a este estándar irreal de belleza que se nos presenta, le añadimos que el 45% opina que las mujeres que son más guapas tienen mejores oportunidades en la vida y el 56 % coincide en que las mujeres más atractivas están más valoradas por los hombres, se produce la lógica reacción, de que 4 de cada 10 españolas estén completamente de acuerdo con la frase: "cuando me siento menos guapa, me siento peor conmigo misma en general". Esta “obligación” de estar guapas y la presión social a la que la mujer esta sometida y expuesta diariamente, hace que se asuma con cierta “normalidad” el lema: “Inténtalo, te lo debes a ti misma” o, “Merece la pena, si no la culpa será exclusivamente tuya”. Así que las mujeres no tienen más remedio que aceptar de buen grado la pérdida de peso basada en dietas exageradas, ayunos forzosos y ejercicio físico excesivo. Muchas saben perfectamente, y lo asumen conscientemente, que su decisión lleva consigo una malnutrición de la que derivan unos cambios físicos (pérdida de peso, debilidad muscular, pérdida de cabello, fatiga, hipotermia...) y unos cambios emocionales (como no se sienten contentas con sus cuerpos y se ven gordas, se aíslan, cada día mas, de la vida social y familiar) que hacen peligrar el equilibrio entre el buen funcionamiento físico y psicológico por un objetivo claro: El fin justifica los medios. La idea de adelgazar se convierte en una verdadera obsesión y no se dan cuenta que se convierten en “carne de cañón” de caer en las redes de los trastornos de conducta alimenticia, concretamente, la anorexia y la bulimia, una de las epidemias “de moda”. Según los expertos consultados, aproximadamente, cada primavera, 2 millones de españoles inician dietas y otros procedimientos para adelgazar, de los cuales 430.000 son considerados enfermos de alto riesgo de ser afectados por este tipo de enfermedades. A este respecto, Enrique Rojas y Javier de las Heras, durante el curso "Trastornos de la personalidad: de la anorexia-bulimia a la personalidad inmadura", celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo explicaron que: “La anorexia, la bulimia o el narcisismo son algunas de las enfermedades mentales que se encuentran en progresión entre los adolescentes y los jóvenes españoles, a las que solamente una educación que ‘saque lo mejor de uno mismo’ puede hacer frente." Y añadían “la presión social que potencia la delgadez y la juventud como valores supremos está aumentando frustraciones y patologías entre los menores. La cultura del éxito y una educación demasiado permisiva está en la base de la proliferación de este tipo de problemas "(El culto al cuerpo y a la imagen externa que transmiten machaconamente las revistas de moda para adolescentes y los regímenes ‘milagro’ están en el origen de ambas enfermedades)”De manera que es una consecuencia lógica y nos debería hacer reflexionar a todos, las afirmaciones que encontramos en cualquiera de los miles de chats pro-anoréxicas, que circulan por Internet: “Ojala en la Televisión, cambiaran los estereotipos físicos, porque nos están matando a tod@s los jóvenes.” A lo que otra comentaba: “toda esta clase de problemas, como decía una cantante "es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente". Justamente, la primera semilla viene de la prensa, de las revistas. La idealización de las modelos y de la delgadez. La critica feroz a cualquier persona famosa que haya ganado algunos kilos. El mensaje es clarísimo: aceptada si eres delgada, rechazada si eres gorda. Luego esta la dejadez de los padres, pues muchos fomentan el ponerse a dieta o simplemente no prestan atención a la delgadez de su hija. No sabes cuantos padres se sorprenden cuando su hija termina en un hospital a causa de desordenes alimenticios.”Como madre y, después de este impresionante testimonio, soy consciente de que todas las partes implicadas debemos asumir, sin tardanza, la responsabilidad que tenemos en este tema. ¿Contrarrestamos la influencia de la publicidad, bombardeando a nuestros hijos con modelos positivos y reales? A la hora de ir de compras con nuestras hijas, ¿nos dejamos influir por la moda, sin tener en cuenta, que nuestra hija vale por lo que es y no por como se viste?,¿Observan los hijos, en nuestro comportamiento y conversaciones, que valoramos el físico de una persona, antes que la inteligencia, el saber estar, la laboriosidad, el compañerismo, la sinceridad, etc.? ¿Somos un buen ejemplo para ellos o vivimos bajo la influencia de la moda?. Podríamos hacernos miles de preguntas y llegaríamos a una misma conclusión: también nosotros, con la madurez que nos dan los años, nos vemos atrapados en las redes de esta cultura a la que podríamos bautizar como, CCC: Cultura del Culto al Cuerpo.Me gustaría aprovechar para llamar la atención a los padres, los medios de comunicación, las empresas publicitarias, la industria de la moda y, la de cosmética: Señores, con la creación de estos modelos estamos cruzando él límite permitido entre salud y belleza. Ya lo dije hace unos meses en uno de mis artículos: Estamos concibiendo generaciones de mujeres enfermizas, cuya única obsesión es vivir la perfección y convertirse en una “Mujer 10”: siempre alegre y optimista, esposa perfecta, madre cariñosa y modélica, trabajadora incansable y con éxito profesional, con tiempo para las amistades y las relaciones sociales, atractiva, deseable, deportista y con un cuerpo espectacular. ¡Y, todo esto, sin probar bocado!


  • http://www.mujernueva.org/articulos/articulo.phtml?id=5709&td=0&tse=ANA
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martes, 9 de junio de 2009

CONSUMO E INFANCIA

LOS CHICOS DISPONEN DE US$ 1.300 MILLONES PARA GASTAR POR AÑO EN AMERICA LATINA.
El consumo infantil crece y desconcierta a las empresas.
Con Internet, los hábitos de compra de los chicos se están transformando. En Argentina gastan más en ropa y juegos electrónicos que en el resto de Latinoamérica.
Cansada de que sus padres se negaran a comprarle el teléfono celular que tanto quería, Julieta, de 10 años, decidió tomar el toro por las astas. Seleccionó los juguetes que ya no usaba y los ofreció en Mercado Libre, un sitio de subastas por Internet. Cuando juntó los 82 pesos que necesitaba, les avisó a sus padres, que accedieron a cerrar la operación (ella no podía hacerlo por ser menor de edad) y a comprar el celular.
La historia es real, y la cuenta Leandro Cabo Guillot, un experto en marketing tecnológico de la agencia Publiquest. "Estamos asistiendo a una revolución sin precedentes en las pautas de consumo infantil", dice Cabo Guillot. "Las empresas, las gerencias de marketing y las agencias de publicidad que no lo entiendan están perdidas", agrega.

Los hábitos de compra de los más pequeños no sólo están mutando. En paralelo, el poder de los chicos sobre las decisiones de compra de las familias está creciendo a una tasa más alta que la del consumo de los adultos. Y su influencia excede a los rubros tradicionales del mundo infantil, como los juguetes y las golosinas: ahora también abarca, cada vez más, a categorías como la de alimentos y artículos de limpieza, sobre las cuales los chicos tienen una opinión de peso frente a las góndolas del supermercado."En toda América latina, el consumo realizado por niños en forma directa asciende a unos 1.300 millones de dólares año", explica Mónica Lamadrid, de Markwald, Lamadrid, la consultora que realiza el estudio Kiddo's, una muestra de 6.000 chicos relevada en América latina.

El monto involucrado en compras hechas directamente por los chicos es un 30% más alto que en el 2003.De acuerdo a la última ola del Kiddo's, el dinero con el que cuenta cada menor en la Argentina para realizar compras a su antojo es, en promedio, de US$ 1,63; un 13% más que el año pasado.Así, un 71% de los chicos argentinos deciden qué alimentos infantiles se comprarán, y cuatro de cada diez también influyen sobre la comida que sus padres adquirirán en el supermercado para toda la familia.

Detrás de cada berrinche de un chico, con gritos y llanto incluidos, frente a un kiosco o en la puerta de una juguetería se esconde una información que vale oro para los especialistas en marketing. Quien descubra cómo funciona realmente el cerebro de un consumidor pequeño (en edad) tendrá la llave de un mercado que, sólo en la Argentina, mueve $ 500 millones al año.
Analizar el papel que tienen los menores en la toma de decisiones de consumo en el entorno familiar, es de cierto modo, analizar en la sociedad en la que vivimos, y los valores predominantes en ella. Efectivamente vivimos en una sociedad que tiene al consumo por elemento central de la misma, y a las relaciones sociales y familiares muchas veces como meras relaciones de intercambio. Cada una de estas actividades constituye un elemento importante en la formación del niño.



Generación Z
Los niños y las niñas actuales han nacido en una sociedad en la que se a producido una revolución tecnológica que , sin embargo, para ellos no es gran novedad.
Más de ocho de cada diez niños latinoamericanos pueden ser considerados "consumidores directos".

Esto es, reciben plata que sus padres les dan para gastar como se les antoje. Sólo en dinero de bolsillo, sin contar montos especiales que los familiares les dan para el cumpleaños, los consumidores de la región de entre 6 y 11 años disponen de unos 1.000 millones de dólares al año.


Cuestión de género: Aunque no hay diferencias importantes en los montos que reciben, los productos que consumen los chicos de acuerdo a su sexo son muy distintos. Las nenas, según la encuesta, compran más golosinas, ropa y accesorios. Los varones, en cambio, se gastan la plata en juguetes, salidas y, cada vez en mayor medida, videojuegos. En el 2004, los fabricantes de juegos electrónicos, como Nintendo, Sony o Microsoft, facturaron en conjunto más que la industria cinematográfica.

Manda la moda: Los chicos argentinos tienen una canasta de consumo parecida a la del promedio latinoamericano. Los argentinos en general consumimos más moda que en otros lugares. Los dueños de Cheeky tuvieron que lanzar recientemente una marca nueva ("Cómo quieres que te quiera"), porque las nenas de más de 10 años ya no quieren usar prendas elegidas por sus padres.

Del útero a la góndola: Un niño es un cliente incluso antes de ser un niño. Esto sucede porque en marketing ya existe la categoría “prebebé”: una franja que efectúa su primera compra meses antes de hacer su primera caca. ¿Cómo se le vende un producto a alguien que todavía no nació? Haciendo publicidad en las maternidades, y colocándoles muestras gratuitas a las embarazadas. Así se aseguran que, cuando nazca el bebé, ya empiece a consumir. Dicho de otro modo: antes de que el Estado reconozca al niño como ciudadano, mediante la inscripción en el Registro Civil, el mercado ya lo reconoce como consumidor.


La modificación de los criterios de educación infantil: hasta hace un tiempo se consideraba que las decisiones económicas correspondían sólo a los adultos; los cambios en las estructuras sociodemográficas (hay familias más chicas, hogares donde ambos padres trabajan, padres divorciados que tratan de “compensar” el “trauma” de la separación, etc.); así como un consenso social de convicción en los adultos, de que los hijos serán mas felices cuanto más puedan proveerles, y una mayor oferta de productos infantiles explicada por el crecimiento económico y la apertura de la economía en la década del 90.


Esta época abrió, un nuevo paradigma, el posmodernismo y a su vez nuevas formas de pensar y de socializarnos, fuertes mutaciones en los ideales relativos a la pareja, la familia y el amor que demuestran la superficialidad en las relaciones de hoy en día , relaciones mas "livianas", libidinales, vacías.
A su vez si este sujeto posmoderno se encuentra vacio, también lo esta en relación con cierta dilución de la que se exterioriza, como dicen las autoras, el " no hay nada que decir" . La conversación sede el paso a al imagen, y a la sonoridad, y en tanto la palabra pierde relevancia como soporte de subjetividad y de pensamiento.

La imagen, no solo atrae la intención de los niños, les provee identificación, "quieren ser como tal, quieren tener lo que posee tal" , esta alienación vincular de identificación y de idealización masiva, hace que los impactos publicistas promuevan el consumo, aún más en la pequeña pantalla.


La aparición de los canales infantiles 24 horas, “El surgimiento de Cartoon Network en 1993, seguido un año después por Discovery Kids y Nickelodeon, y más tarde por Fox Kids, convirtió a los niños en una audiencia por derecho propio. Por todo esto es que ya existe una infinidad de multinacionales que piensa en los niños para colocar productos que ni siquiera son para menores de edad.
El consumo de la imagen, forma parte de la cotidianeidad del ciudadano actual a partir de la más temprana edad. si tomamos en cuenta la oferta constante de imágenes televisivas, y entretenimientos, constituyen un llenado anticipatorio complementario de la oferta de sentido familiar.


En la actualidad, dos tercios de los vendedores de todo el mundo piensan sus campañas haciendo foco en los chicos. El 86% de los niños argentinos maneja dinero para sus gastos.
El 86% recibe dinero para sus gastos. Entre dinero “suelto” semanal y ahorros, estos niños manejan unos 550 millones de pesos argentinos al año, que gastan en lo que quieren (por afuera de este monto está la influencia en la compra de otros).El 88 % va a locales de fast food.
El 73% influye en las compras de alimento para sí.
El 49% influye en la compra de alimentos para el hogar. El 39% tiene televisor en el dormitorio; el 69 % decide lo que ve por televisión y el 38% mira televisión después de las 9 de la noche los días hábiles.El 47% tiene celular. De ellos, el 80% lo usa para enviar mensajes de texto.El 41% accede a internet todos los días, o casi
El 58% juega videogames todos los días, o casi. El 32% tiene MP3 o MP4.
Fuente: Informe Kiddos 2008, realizado por Markwald, La Madrid y Asociados (este estudio no incluye el 30-35% más pobre de la población)




El fascismo de la posesión inmediata RAFAEL ARGULLOL - EL PAÍS
"A excepción de unos cuantos fanáticos que apenas saben a qué se refieren cuando la defienden, *fascismo* es una palabra insultante usada por unos y otros como arma arrojadiza. En general, incluso por parte de la derecha, es el término más utilizado para descalificar al adversario por sus supuestas tendencias totalitarias. También con frecuencia *fascismo* es sinónimo de barbarie. Sin embargo, el uso contemporáneo de esta palabra arrastra perfiles confusos pues todavía hoy muchos la emplean acusadoramente para describir hechos inmediatos pero, en el momento de imaginar el escenario, se remiten a una parafernalia ideológica del siglo pasado. (...)

Nuestra barbarie contemporánea es reacia a las grandes doctrinas porque un vértigo depredador ni siquiera admite la enunciación de palabras y, mucho menos, de ideas.
El nuestro es "el fascismo de la posesión inmediata".
Su doctrina es tácita, silenciosa, abrumadora: queremos esto y aquello, y lo queremos inmediatamente pues es el botín de guerra que la vida nos ha otorgado. Y quizá sea, en efecto, esta inmediatez en la rapiña lo que conecte al nuevo fascismo con el antiguo. Los viejos fascismos estaban convencidos de que sus ideas justificaban la rapacidad y la conquista mientras los nuevos fascistas también lo encuentran todo justificado si el premio es el disfrute sin dilaciones del objeto o sujeto que se ha prometido.

Algunos incautos (incautos con cátedra a menudo) han respaldado durante años la bondad de esta actitud como una modalidad moderna del hedonismo. Naturalmente han olvidado un matiz que lo cambia todo.
Si la búsqueda de la posesión es la consecuencia de la aventura y el descubrimiento, el buscador -el auténtico hedonista- se ve inmerso en un juego de derechos y deberes, de transgresiones y límites que le dibujan el territorio vital. Avanza, retrocede, arriesga, gana, pierde: así se crea la geografía íntima del ser humano. Por el contrario, si la posesión se concibe como un derecho de conquista, ilimitado y sin contrapartidas, el depredador jamás se mira en el espejo de sus contradicciones y deberes.

Es más que probable que los ritos iniciáticos de las más diversas tradiciones apuntaran en esta dirección. Al anciano, disminuida la fuerza, le esperaba el don de la sabiduría pero al inicio de su vida, como niño, había crecido en la libertad del instinto. Entre ambas edades el adulto había tenido que superar ciertas pruebas destinadas a conocer el delicado equilibrio de los derechos y de los deberes, la mutua dependencia del individuo y la comunidad.

Nuestra barbarie, en cambio, ha exteriorizado la figura, antes meramente transitiva, del púber en "Adolescente" (así en mayúsculas) anulando las demás edades: al niño se le saca a la fuerza de la niñez para que sea pronto el adolescente, al adulto sin contornos contrastados, se le mantiene en la * Adolescencia;* y al mismo tiempo, negado para la sabiduría, se le recomiendan las payasadas suficientes para simular el retorno a su propia sombra maquillada.
El viejo fascismo se recreaba con la efigie, más o menos delicuescente, de un "Joven Salvaje", que irrumpiría en el horizonte humano para purificarlo y regenerarlo.
La figura favorita del nuevo fascismo es el "Adolescente", un protagonista que se caracteriza y es caracterizado por la incapacidad permanente para dibujar su geografía vital.
Para ese héroe de nuestro tiempo sólo vale la posesión inmediata pero, de lo contrario, se sume en un estado de sopor o de abulia.

En la medida en que se impone el nuevo fascismo nuestro bienestar, nuestros gustos, nuestros deseos dependen de aquella economía. Naturalmente, en el sentido más estricto, el capitalismo asume y promueve el modelo con su continua exaltación y exhibicionismo de la codicia.
El bárbaro habla el lenguaje que los bárbaros puedan entender: compra, posee, ¿cómo dejarías de hacerlo si todo es para ti y sin apenas esfuerzos y para tu eterna felicidad? La felicidad es la propiedad. Un viejo lema de todas las épocas que el bárbaro de la nuestra escucha acelerado: posee rápidamente. Rápido, rápido, *fast food* en todas direcciones. (...)
Los responsables de educación denuncian tímidamente el acoso escolar cuando hace ya mucho tiempo que el odio a la cultura está activamente pertrechado en muchas escuelas con el cómplice silencio de maestros y padres de familia. Y ha sido necesario que muriera una mendiga en un cajero automático y fueran apalizados unos cuantos indigentes más, para que mucha gente aparentara enterarse de que en la economía de la posesión inmediata el entendimiento exige con frecuencia violencia e incluso crímenes.

¿Así que es posible que haya entre nosotros un fascismo nuevo, bien distinto al anterior, que ha madurado sigilosamente? ¿Y qué es lo que hemos hecho mal, desde nuestra tolerancia y nuestra corrección, si es que hemos hecho algo mal? ¿Por dónde han entrado los bárbaros? Sociólogos y educadores han empezado a explicarse: ha faltado autoridad. Los políticos dicen lo mismo, aunque con la boca pequeña y porque tienden a acusarse unos a otros. Ha faltado autoridad y también, sobre todo, osadía espiritual para saber en qué consistía la autoridad. La tibieza y el miedo proceden de todos los ángulos, con un conservadurismo anticuado y deslegitimado y un progresismo incapaz de hacer frente a sus propios fantasmas. Unos satisfechos prohibiendo y los otros prohibiendo prohibir.

La cuestión es saber si nos atreveremos a resistirnos frente a la nueva barbarie y con qué medidas ¿Nos atreveremos, por ejemplo, a ir más allá de las declaraciones moralistas para adentrarnos en el corazón del monstruo? Es fácil proclamar que se necesita otra educación para el futuro lo cual es evidentemente cierto. Pero, ¿no podríamos empezar a legislar contra los aspectos más agresivos de la posesión inmediata? ¿No podríamos poner en jaque alguno de los engranajes que perpetúan la violenta somnolencia del nuevo bárbaro? Está muy bien mejorar la educación futura de los cachorros pero mientras los padres de los cachorros sigan atrapados por los fuegos fatuos la rueda continuará girando en la misma dirección. Se trata, por tanto, de poner palos en la rueda y de atreverse a desenmascarar algo de aquella industria del encantamiento. Los invitados al banquete de la adolescencia perpetua no dejarán de exigir sus dosis diarias de depredación mientras se les siga mostrando que la velocidad en la rapiña es lo ejemplar y deseable.

El aspirante a bárbaro -antes de llegar a ser un bárbaro consagrado- es informado de que la salud de un país depende de los beneficios de los bancos o de las ganancias de las inmobiliarias, cifras tan fulminantes como obscenas que, debidamente embellecidas por las imágenes publicitarias, son recibidas como una invitación personal a la captura rápida del botín: haz como nosotros, tómalo todo con prontitud porque nadie te va a pedir cuentas por ello.
El mimetismo funciona a la perfección. Posee, bendito, posee. La resistencia a la barbarie significaría compararse a una democracia capaz de poner en evidencia lo contrario: posee, maldito, posee hasta llegar al nihilismo final.

Deberíamos prohibir -sí, prohibir- el exhibicionismo de la codicia: especuladores, ni sois ejemplares ni es legal que utilicéis vuestro dinero en el embellecimiento propagandístico de vuestros obscenas ganancias ni estamos dispuestos a que vuestro engaño se difunda impunemente. Si esperamos a que la mejora de la educación detenga la barbarie podemos encontrarnos con que ya no haya tiempo para tal mejora. Si creemos que los nuevos fascistas están en la calle apalizando mendigos como parte del derecho a la diversión acertaremos una parte del diagnóstico. No obstante, si queremos golpear el corazón de la barbarie antes de que sea demasiado tarde, lo oportuno es empezar a actuar, sin dilaciones, contra los inspiradores de la gran mentira moral de nuestra época: la vida entendida como un botín de guerra que hay que tomar inmediatamente por un derecho de conquista. Que nadie nos has concedido.
Los nuevos ideales, son también ligados al aquí y ahora, preconizan la vigencia de un presente a la vez fugaz y eterno. En la lógica del consumo, la renovación vertiginosa de objetos e imágenes, ilustra esta voracidad de los constantemente actual, el descarte de lo pasado, y la indiferencia en relación al futuro.

Según las autoras de "Entre dos Siglos", la tendencia a la adquisición de objetos, se convierte en una aspiración central permanente, cuya incorporación encarna la realización misma de ideal. Estos ideales inducen a homologar la satisfacción del consumo, la respuesta social que esperan a un deseo pretendidamente colmable a través de la demanda satisfecha.
Implica la objetalización de los sujetos, quienes terminan por ser consumidos.
Cualquier chico que saca hoy su DNI encuentra escrito en la tapa del documento la palabra “Mercosur” y debajo “República Argentina", y no es casualidad , viene a subrayar algo que ya existe: los niños son antes consumidores que futuros ciudadanos; se insertan antes en un mercado que en una nación. Y esto trae consecuencias. El consumo, no tiene que ver con los derechos sino con el poder adquisitivo de la gente. Y esta desigualdad genera en los chicos una tremenda ansiedad, y muchas veces desvalorización, porque el consumo define quién está incluido o excluido socialmente.
Quien no consume no adquiere visibilidad. Y en esta sociedad, donde tan terrible es el hambre como el anonimato, esta invisibilidad puede ser calamitosa. Hoy, si un chico invita a un amigo a su casa se preocupa por ver si va a tener una consola de juego para ofrecerle al amigo. Empieza a importar menos lo que ambos produzcan jugando juntos y más lo que hayan comprado.
Las relaciones comienzan, desde la infancia, a transcurrir en un orden económico. Entonces, cómo queda situado un chico si no tiene qué ofrecer al mercado de lazos sociales por afuera de un juguete. ¿Qué hacer? La frase “Papá, mamá, todos tienen ese juguete menos yo” plantea una alianza de los chicos como consumidores. Pero lo que no hay es una alianza de los padres, que sostenga con firmeza, que no es dureza, un límite. Quizás un comienzo esté en intentar salir del circuito de la culpa (de sentirse en falta cuando no se compra algo) y meterse en uno de responsabilidad, que permita acotar las tiranías interna y externa del consumismo y haciendo importantes para ellos cosas que tienen valor y no precio.



Algunos links
http://www.clarin.com/diario/2006/06/19/elpais/p-01403.htm
http://www.clarin.com/suplementos/economico/2005/03/27/n-00601.htm
www.elpais.com/articulo/opinion/fascismo/posesion/inmediata/elpporopi/20060214elpepiopi_7/Tes
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lunes, 1 de junio de 2009

Tribus urbanas, lugares de pertenencia

Tribus urbanas, lugares de pertenencia

Cada vez son más los adolescentes que se suman a alguno de estos grupos y adoptan el look y el lenguaje de sus referentes

Noticias de Información general: anterior siguiente Lunes 15 de setiembre de 2008 Publicado en edición

Por Evangelina Himitian De la Redacción de LA NACION
Unos eligen el negro y otros, los colores. Algunos sólo buscan pasar inadvertidos y otros, ser vistos por millones. Están los que aman el deporte y los que no corren ni el colectivo, los que parecen felices por elección y los que se confiesan tristes practicantes. Lo cierto es que casi todos, sean floggers , emos, raperos, cumbieros, visual kei , gothic lolitas, antiemos, fox , góticos y antifloggers eligen el Abasto o la plaza del palacio Pizzurno como lugar de culto.
Cada vez son más los jóvenes que adoptan alguna de las llamadas tribus urbanas como grupo de pertenencia. Los especialistas estiman que entre el 20 y el 30% de los adolescentes se identifican hoy con alguna. "No podemos decir que toda la juventud esté tribalizada. Pero, a pesar de que son grupos pequeños, tienen una importante significación en la medida en que producen visibilidad e instalan modas, formas comunicativas y tendencias", explica Marcelo Urresti, sociólogo de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, que desde hace tres años dirige una investigación acerca de las nuevas tribus.


Agustina Vivero es un claro ejemplo. Tiene 17 años y en su fotolog se hace llamar Cumbio. Cuando "postea" una foto la gente se agolpa para comentarla. En un año y medio, su sitio fue visitado por 11 millones de usuarios y Nike la eligió para ser la cara de su campaña. Hoy organiza fiestas y sus amigos les cobran unos 600 pesos a los boliches sólo para estar.
Pero también están aquellos que prefieren el bajo perfil y que se alejan de cualquier estereotipo de violencia. Como Eva Sánchez, de 16 años, que vive en Pilar y hace un año se convirtió en gothic lolita. "Emulamos el estilo victoriano, con vestidos de encaje que se usan sobre un traje negro y con maquillaje gótico", contó a LA NACION, sentada frente al palacio Pizzurno. Esta tribu, de origen japonés -una de las últimas que llegaron al país-, se compone sólo por mujeres. Su actividad favorita es tomar el té en una plaza. "Todos tenemos una parte impura. Nosotras la caracterizamos vistiéndonos como chicas inocentes, para enfatizar que en realidad nadie lo es", sintetiza Eva.
Los emos son esos chicos de negro que se maquillan con fucsia y se tapan un ojo con el flequillo; los floggers combinan glamour con pantalones "chupines" y lentes de sol. Sin embargo, la identidad de tribu va más allá de la imagen.
"Hay cuatro pilares que sustentan la identidad de una tribu: una estética, el estilo de música, los lugares frecuentados y un lenguaje; eso, sobre la base de una ideología en común, que aunque muchas veces se enmascare como falta de ideología, siempre está allí, subyacente, ya que la no ideología es una ideología", apunta María José Hooft, responsable de la cátedra Subculturas Juveniles del Instituto Bíblico Río de la Plata, que acaba de publicar el libro Tribus urbanas , dirigido a líderes de iglesias, docentes y padres. Intenta evitar el "horror" que sienten los adultos cuando se enfrentan a un adolescente "tribalizado".
Algunas de las tribus son movimientos netamente locales. Tal es el caso de los floggers y los rolingas. "En todo el mundo hay seguidores de los Rolling Stones. En otras partes son Stones, pero acá además están los rolingas, que combinan su gusto por los Rolling con un fanatismo por bandas como Viejas Locas o expresiones del llamado rock chabón", explica Hooft. "También nos gustan Callejeros y La 25", acota Jonathan Mazzeo, de 15 años, "rolinga de alma", que tiene su propia banda de rock barrial.


Aaromm Cabrera (así pidió que se lo identificara) tiene 19 años y se inscribe entre los pioneros del movimiento flogger . "Hace un año y medio, Cumbio nos convocó a un grupo de amigos al Abasto porque venía un chico de Rosario. Nos juntamos un miércoles y éramos 30; a la semana nos volvimos a juntar y ya éramos 200, y al miércoles siguiente, casi 1000. Hoy, el Abasto es la iglesia flogger ... vamos todos los domingos", cuenta.
Mariana Sandoval, de 20 años, no se pierde un encuentro, aunque considera que el espíritu de tribu se fue perdiendo con la masividad. "Antes entraban a ver tus fotos. Ahora, es cuestión de firmar para ser popular", cuenta.
Yasmín Nazer tiene 19 años y es rastafari. "La gente nos identifica como los «drogones». En mi casa les costó aceptarlo. Pero bueno, después lo aceptaron. Yo, por ejemplo, decidí no fumar y todos me respetan. Somos una tribu muy abierta", cuenta.
Para Rodrigo Rojas Gacitúa, de 18 años, las cosas no fueron sencillas. Sobre todo, cuando vivía en Baradero y se convirtió en el primer gótico. "Mi papá no me entendía. Decía que era gay, que andaba en la macumba. Un día vi un documental y me sentí identificado... me dije «eso soy yo»", cuenta. Tiene media cabeza rapada y una melena. "Desde entonces vivo vestido así, yo soy así. A la gente no le gusta. Nosotros nos vestimos como los personajes de sus peores pesadillas, pero tenemos la valentía de mostrar esa cara de la sociedad", sostiene. Sólo apariencias...
Las fronteras entre tribus no son rígidas. De hecho, si uno aborda a algún adolescente tribalizado, no debe dejarse guiar por las apariencias.
Matías Laurel, de 22 años; Darío Pelozo, de 20, y Gabriel González, 16, explican por qué. "Nosotros hacemos hip-hop, pero cada vez es más difícil ponernos ropa que nos distinga, porque los cumbieros nos copian desde las zapatillas hasta las marcas de la ropa", dice Darío. Matías optó por coserse su propia ropa.
Nicolás González, de 15 años, es un emo "recuperado": un fox . "Antes era emo. Me había hecho por problemas personales. En la primaria nadie me hablaba, hasta que me hice emo y encontré amigos", aclara. Fox es otra tribu surgida como una "cruzada" en defensa de los emos, que en todo el mundo son atacados por otras tribus, entre ellas, las de cumbieros, floggers , punks o metaleros.


"Los que nos atacan no son las tribus sino las personas. Nos burlan, nos estigmatizan como seres tristes. Cuando subo al tren la gente se aleja de mí porque piensa que soy peligroso... es ridículo", dice Ezequiel Cavanesi, de 18 años, que es emo, cursa el CBC y quiere ser pediatra.
Florencia García es su novia, también emo. Le da un beso e imita al personaje del actor Diego Capusotto que encarna a un representante de esa tribu. Después, cuenta que su mamá "lo adora" a Ezequiel, y se le escapan dos lágrimas del ojo izquierdo. "Se puede ser emo y ser feliz", remata.


http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1050002
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El divorcio: una moda que llegó para quedarse


A pesar de que las personas se siguen casando y prometiéndose amor eterno, las estadísticas revelan que los divorcios aumentan a mayor velocidad que el número de bodas que se celebran, todo ello como consecuencia de los nuevos modelos sociales que impiden a la pareja conocerse más a fondo y aprender a convivir.

Las demandas de divorcio presentadas en España en los nueve primeros meses de 2007, superaron a todas las registradas a lo largo de 2005, primer año de la aplicación de la nueva ley del divorcio Express en el país, mientras que las separaciones matrimoniales se redujeron un 86 por ciento en este mismo periodo.

Los datos oficiales indican también que uno de cada cinco divorcios (el 20,19 por ciento) se produce entre parejas que llevan casadas menos de cinco años, y casi el 27 por ciento de las que acabaron su relación llevaba unida 20 años o más.

Las cifras españolas, que pueden ser perfectamente equiparables a las registradas en países occidentales, revelan la perdurabilidad de la crisis de una institución que se mantiene por una inercia antropológica pero que cada vez es más cuestionada por numerosos grupos. Y que lleva a muchas personas escarmentadas de la experiencia matrimonial negativa a preferir una soledad tranquila a un infierno compartido.

Italia es uno de los países a los que golpea con más fuerza esta crisis, de acuerdo con las últimas estadísticas que revelan un divorcio cada cuatro minutos y una disminución del 32,4 por ciento en las bodas en los últimos 30 años.

Los divorcios aumentaron un 66 por ciento en el país latino en la última década y la mayoría de las rupturas tuvieron lugar entre el tercer y quinto año de matrimonio.

Detrás de las frías estadísticas, el matrimonio suele revelarse como un elemento oficial extraño al amor, que incluso atenta contra su pureza en la medida en que hipoteca la libertad y la espontaneidad futuras. Y si a todo ello le añadimos el desencanto cuando desaparecen la pasión y el interés por el sexo se deberá entender el por qué de tanto fracaso de vida legal en común.

Los psicólogos advierten de que un matrimonio basado sólo en el amor erótico es una relación de alto riesgo que antes o después lleva al divorcio. Esto se debe a que en este tipo de uniones se busca el placer propio y se aborda a la otra persona como un objeto que posee unas cualidades que nos gustan, que no tienen por qué ser de carácter físico, pero de las que se quiere disfrutar.

Los expertos precisan que una relación basada exclusivamente en este tipo de amor siempre termina en fracaso porque tarde o temprano se descubren cualidades de la pareja que “no eran lo que pensábamos.”

Como indica el ensayista José Pedro Manglano en su libro "El amor y otras idioteces", la relación hombre-mujer "se hace problemática si el movimiento de aceptación del otro se encuentra con la negativa a dejarse cambiar por su presencia".

Y el filósofo danés Soren Kierkegaard (1813-1855), precursor del existencialismo, ya nos previno de que "el desprecio moderno del matrimonio está motivado por el temor a que pueda llegar un momento en el que se pierda el gozo del momento presente. De esta forma la unión queda neutralizada por la cobardía y el egoísmo".

La Iglesia Católica entiende por su parte que los niños son las principales víctimas del cambio de modelo social que propició el incremento del número de divorcios y de la existencia de hogares monoparentales en los que suele ser una madre abnegada la que se preocupa sin ayuda de sacar adelante a sus retoños.

Muchos niños aseguran sentirse incomunicados y lamentan no tener otro confidente, que no sean exclusivamente un padre o una madre, al que confiar sus inquietudes y sus problemas en relación con el despertar sexual.

Llama la atención un estudio recogido por el diario The Washington Post, a partir de un documento de la universidad estatal de Michigan, según el cual el divorcio no sólo es malo para la salud sino también para el medioambiente debido a que las parejas que se separan consumen más agua y energía que cuando viven juntas.

Los investigadores calcularon que en el 2005 los hogares de estadounidenses separados consumieron entre un 42 y un 61 por ciento más recursos por persona que antes del divorcio, al gastar un 46 por ciento más en electricidad y un 56 por ciento más en agua.

El informe también señala que si las parejas divorciadas se hubiesen quedado juntas en el 2005, Estados Unidos habría ahorrado 73 mil millones de kilovatios/hora de electricidad y 2,370 millones de litros de agua sólo ese año.

Quizá todo ello sea consecuencia del estado depresivo y de dejación que padecen quienes rompen con su pareja, aunque otros estudios indican que los hombres son más frágiles tras dar este paso.

Pero no todo el mundo vive el divorcio de una manera dramática. Y si no que se lo pregunten al austríaco Antón Barz, promotor el pasado octubre en Viena de la primera feria del mundo sobre el divorcio para ayudar a parejas que desean separarse a hacerlo lo más rápido posible y sin sufrir complicaciones emocionales y económicas.

Al evento acudieron representantes de agencias inmobiliarias, bufetes de abogados, centros de mediación matrimonial, un laboratorio de análisis de ADN, una agencia de detectives e incluso una empresa que organiza "fiestas de divorcio".

Barz, que habitualmente organiza ferias para bodas y exhibiciones con animales de peluche, montó el evento divorcista bajo el lema "Inicia tu vida de nuevo" y "animado" por las estadísticas reinantes en Austria donde la mitad de las bodas acaban en divorcio mientras que en Viena la cifra se dispara hasta alcanzó el 65 por ciento.
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viernes, 29 de mayo de 2009

¿MAMA?


“Los padres gay dedican más tiempo a los hijos que los heterosexuales”




Especialista en nuevos modelos de familia, la psicóloga Ana Belén Gómez forma parte del equipo investigador del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid y del departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Sevilla que realiza un estudio -probablemente el primero que se aborda en España- sobre familias integradas por padres gays y madres lesbianas y el desarrollo de sus hijos, por encargo de la Oficina del Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid. Gómez realizó durante dos años un análisis de la vida familiar y del reparto de tareas domésticas en 14 hogares de lesbianas en Manchester (Reino Unido).



Aunque considera que estos datos no son extrapolables a la sociedad española, donde aún trabaja en la recogida de muestras -para lo que hace un llamamiento a las familias interesadas en participar en el estudio para que se pongan en contacto con el Colegio de Psicólogos-, asegura que ‘hay más similitudes que diferencias entre los niños criados en familias gay o lesbianas y los hijos de la familia nuclear tradicional’. Aunque siempre ciñéndose al ámbito científico, sin entrar en el debate social sobre los derechos de los gay y lesbianas.



Pregunta. ¿Necesita el niño una madre y un padre a la vez ?



Respuesta. La falta de una figura de un género u otro no implica en sí un desajuste psicológico en los niños. La ausencia del padre en sí misma no afecta a su desarrollo más allá de la desventaja económica, así como el posible estrés de algunas madres. Aun así, el papel del padre es muy significativo, sobre todo en el terreno del juego: mientras que la madre pasa parte del día en el cuidado del niño, el padre y su hijo construyen su relación a través del juego, por lo que es la presencia de otro rol adicional, no necesariamente el masculino, lo que beneficia a los hijos.



P. Afirma que la calidad de la vida familiar es más crucial en el niño que el modelo de familia. ¿No influye en ningún sentido ese modelo?



R. La calidad de las relaciones y su grado de armonía tienen más influencia en los hijos que la estructura familiar en sí. Todas las familias sean del tipo que sean tienen riesgos. Respecto a las familias creadas por reproducción asistida o por madres de alquiler desconocemos si el secreto o no sobre su origen, y el contacto entre el niño y los donantes de óvulo o de esperma o la madre de alquiler, tendrá una buena, mala o indiferente influencia en su futuro.



P. ¿Cómo afecta a los niños descubrir que sus padres, gays o lesbianas, viven un modelo de relación aún minoritario?



R. Depende de cada familia. Los prejuicios de ciertos sectores pueden hacerles daño; aún así estos niños no parecen sufrir más estigma que los de otras familias. Son sus padres los que sufren una clara desprotección legal. El no reconocimiento de los padres y madres no biológicos provoca una indefinición de su rol materno y paterno, y por tanto un riesgo para los niños si algo les ocurriera a sus padres biológicos.



P. ¿Qué consecuencias tiene para el niño contar con dos madres?



R. La presencia de un rol materno adicional e implicado en la crianza siempre es positivo para el niño. Las lesbianas, además, establecen relaciones más equitativas que la pareja heterosexual, lo que puede influir positivamente en el aprendizaje de roles igualitarios.



P. ¿Qué variante introduce la pareja de gays masculina?



R. Los últimos datos apuntan a que los padres gays establecen claramente límites, son sensibles, responsables y perceptivos con sus hijos. Y en comparación con los padres heterosexuales trabajan menos horas y dedican más tiempo a los hijos.



P. ¿La orientación de los padres determina la de los hijos?



R. No hay evidencia de dificultad en identidad de género y comportamiento de género. Los resultados están dentro del rango normal cuando se les compara con los de los padres heterosexuales. No son diferentes.
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